Las líneas de Harmann se mueven

Un día una persona que tiene una tienda de dietética y que hace muchos cursos de yoga, constelaciones familiares, etc., me dijo que en uno de los cursos había conocido un hombre que estaba muy interesado por el Feng Shui, y vivía en una casa de campo, rodeada de vegetación.


Comenzaron a hablar de del tema y le explicaba que había llamado a un especialista Feng Shui para que le ayudara a encontrar mayor armonía, detectar los espacios geopáticos, etc. El trabajo debió ser apasionante porque no solo hizo el estudio de la casa, sino que también el de todo el terreno.


En un momento determinado de la conversación al hombre le cambió la cara y le explicó una anécdota de lo que había sucedido. Resulta ser que plató una enorme hilera de árboles, hecho del que se había sentido muy orgulloso, pero cuando le hicieron el estudio le dijeron que “todos” estaban encima de una línea Hartmann, y le aconsejaron que transplantara todos los árboles.


El hombre se desesperó pero finalmente hizo caso al consultor de Feng Shui, los arrancó uno a uno y los volvió a plantar todos. Y como la zona le gustaba decidió plantarlos en una línea paralela a un metro de donde los había plantado la primera vez.


Cuando mi amiga me lo comentó no supe si reírme o entristecerme. Tampoco supe si debía callarme, pero finalmente decidí informarle: las líneas Hartmann, como todas las demás que formal en sistema telúrico, se mueven. Su movimiento depende de muchas cosas ya que sirven para amortiguar campos magnéticos naturales de la Tierra, movimientos sísmicos, actuaciones sobre el terreno donde intervienen construcción con elementos metálicos, etc.


En la actualidad estas líneas se mueven hasta un metro de distancia en poco tiempo, incluso en algunos casos en menos de un mes.


Entonces no pude aguantarme un poco la ironía innata y le dije que posiblemente ahora el hombre vuelve a tener todos los árboles en una línea Hartmann.


Hay personas que han estudiado Feng Shui en unos libros y unos cursillos y aplican los conocimientos adquiridos de forma lógica y racional, pero el Feng Shui va mucho más allá, es imprescindible trabajar con el cerebro derecho, intuir y, sobre todo, investigar constantemente, porque la mayor parte de este conocimiento no está en los libros, sólo se hereda a través de la propia naturaleza, y ahí está, para descubrirlo…, ¡ apasionante !